Conclusiones del Foro de Davos 2023  

El Foro de Davos nació en 1971 como una organización sin ánimo de lucro "independiente, imparcial y no ligada a intereses concretos".  
Su fundador, Klaus M. Schwab, invitó a 444 ejecutivos de compañías europeas a un encuentro sobre gestión empresarial. Posiblemente nadie imaginó que aquella reunión daría lugar a una cumbre internacional sin comparación.  
Del choque de las ideas salen chispas que encienden mentes. En ese espíritu, el evento de este año fue el más grande de la historia y convocó a un número récord de lideres de gobiernos, empresas y de la sociedad civil.  
La edición que finalizó hace unos días, giraba en torno a 5 ejes principales, que de alguna forma marcan la pauta para impulsar soluciones con visión de futuro, sobre todo en las alianzas público privadas altamente promovidas en el foro.  

Estos ejes fueron:

1) Las crisis energéticas y alimentarias en el contexto de un nuevo sistema para la energía, el clima y la naturaleza. 

2) La economía de alta inflación, bajo crecimiento y alta deuda en el contexto de un nuevo sistema para la inversión, el comercio y la infraestructura.

3) Los obstáculos de la industria en el contexto de un nuevo sistema para aprovechar las tecnologías para la innovación y la resiliencia del sector privado.

4) Las vulnerabilidades sociales en el contexto de un nuevo sistema de trabajo, habilidades y cuidados.

5) Los riesgos geopolíticos en el contexto de un nuevo sistema de diálogo y cooperación en un mundo multipolar.

En temas económicos, en Davos se pasó del pesimismo, al optimismo cauteloso. Las perspectivas tan negativas, sobre todo en relación con una estanflación en las principales economías del mundo, parecen ser menos malas de lo que se temía. El reto es reducir la inflación.
En relación con la invasión rusa a Ucrania, en general hay una indecisión entre la ayuda militar de Occidente y el alentar una negociación rápida. Hay una gran incertidumbre, poco ayudada por una inflación galopante que aumenta la pobreza en casi todos los países. Para algunos, la frase del imperio romano, "paz por medio de la fuerza", vuelve a adquirir un significado clave en las relaciones con Ucrania. 
En comercio internacional, el "near shoring" y el "friend shoring" parece que llegaron para quedarse por un buen tiempo. Para Estados Unidos, Europa y China las cosas son más claras que para los países pobres, fiscalmente imposibilitados de ofrecer subsidios y ayudas como lo hacen las grandes potencias económicas. No queda claro qué pasará con el tema de las cadenas de suministro.  
En relación con clima, los esfuerzos para implementar las promesas ambientales caminan lento. En un contexto de mayor pobreza y menor crecimiento, ¿cómo financia un país de menos recursos sus esfuerzos para salvar al mundo? Al final, como en casi todo, se trata de incentivos económicos para poder hacer la transición de una encomia de carbono hacia una verde. El clima primero, sí, pero sin dinero no se podrá. Por otro lado, un importante incentivo es que el cambio a las energías renovables es una alternativa más segura a los hidrocarburos suministrados por los autócratas y los estados fallidos. 
Tal vez las noticias más impresionantes llegaron del lado de la tecnología, como el uso de la inteligencia artificial y ChatGPT para transformar los negocios. No obstante, con la llegada de la tecnología, las grandes tecnológicas anunciaron el despido de decenas de miles de empleados en todo el mundo. Una verdadera contradicción en términos de lograr un mayor desarrollo humano.  
En el campo geopolítico China se declaró abierta a los negocios, con previsiones de crecimiento del 4,5%; los europeos trataban de contrarrestar los importantes efectos de la mal llamada "Ley de Reducción de la Inflación de Estados Unidos" por medio de la ayuda estatal y un fondo de soberanía para evitar que las empresas se vayan. China, por otra parte con una población decreciente por primera vez en muchos años, dejó de ser el país más poblado del mundo, superada por India. 
En un entorno mundial de financiamiento caro, las instituciones financieras se enfrentan a exigencias de los reguladores de mayores niveles de capital para prepararse para una recesión. También está aumentando la presión sobre ellos para que financien la transición global hacia un futuro más verde mucho más rápido de lo que lo han estado haciendo hasta ahora. No debemos olvidar los riesgos de ciberseguridad…
Los temas, altamente relevantes e inquietantes. Las soluciones, escasas. La pandemia marcó el final de un período de relativa estabilidad y previsibilidad en la geopolítica y la economía. El mundo de hoy es mucho más inestable en el que la imprevisibilidad será la nueva normalidad. 


David Gutiérrez
Co-Founder of BLP Legal (with offices in Central America and Spain)